Libro blanco de la Sanidad de Madrid

Recomendaciones

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R.1. Buen Gobierno de la sanidad de Madrid

R.1.1. Asumir, difundir y desarrollar el Decálogo para el Buen Gobierno de la Sanidad Pública de Madrid

Los principales ejes del Decálogo (reproducido al final de estas Recomendaciones) son:

  1. Ciudadanos y pacientes como centro del sistema sanitario;
  2. Consejos de Administración-Gobierno como estructura básica de Buen Gobierno corporativo de las organizaciones sanitarias del SERMAS;
  3. Profesionalización de la gestión;
  4. Autonomía y competencia para la red sanitaria y sus centros;
  5. Trasparencia democrática y políticas basadas en el conocimiento;
  6. Información pública para la rendición de cuentas;
  7. Normas y códigos para fomentar la ética y la ejemplaridad;
  8. Promover la organización de los profesionales y su implicación activa en el gobierno del sistema sanitario;
  9. Diluir las fronteras entre lo sanitario y social para atender mejor a los ciudadanos frágiles y dependientes;
  10. Relanzar la Salud Pública como condición de efectividad, calidad y sostenibilidad del sistema sanitario.

 

R.1.2. Buen Gobierno corporativo público del Servicio Madrileño de Salud

R.1.2.1. Marco general de buenas prácticas de gobierno para la sanidad pública de Madrid

Dotar al SERMAS de toda la autonomía de funcionamiento necesaria para el cumplimiento de su misión, tanto en aspectos económicos como de personal, de modo que el SERMAS, tenga su propia dinámica de gestión diferenciada de la Administración General de la Comunidad Autónoma.

R.1.2.2. El Buen Gobierno de las organizaciones de la sanidad pública de Madrid
  • Disponer de un Consejo de Administración que sea la autoridad máxima de la organización ante la cual responde un director gerente; el diseño, composición y funcionamiento de estos Consejos de Administración-Gobierno es un aspecto tan clave para la efectividad de los mismos que es tratado en los apartados 2.3 y 2.4;
  • Gestión profesional desempeñada por gestores seleccionados con transparencia por su experiencia y capacidad para el ejercicio de sus funciones; Órganos de asesoramiento y participación profesional, implicados con los objetivos y la buena marcha de la organización;
  • Normas de funcionamiento que incorporen buenas prácticas de organización, gestión y gobierno clínico con especial referencia al buen servicio a los pacientes.
R.1.2.3. Características de los Consejos de Administración-Gobierno que planteamos
  • Los Consejos de Administración-Gobierno serán la autoridad máxima de sus organizaciones, siendo importante precisar que para el buen orden de las instituciones sanitarias esta autoridad solo puede ser ejercida a través del director gerente, que recibe instrucciones del Consejo y rinde cuentas ante el mismo;
  • Las competencias y responsabilidades de los Consejos serán similares a las que en general corresponden a los Patronatos y Consejos de Administración-Gobierno de otras organizaciones; ello significa que, dentro del marco corporativo común del SERMAS, sus organizaciones (Área de Salud, Hospitales, Atención Primaria, etc.) tendrán el margen de autonomía que sea necesaria para el cumplimiento de su misión con eficiencia y agilidad;
  • El mandato y el compromiso de los miembros de los Consejos de Administración-Gobierno estará establecido en la normativa y los reglamentos, e incluirá velar por el cumplimiento de la misión de la organización (proteger los intereses de ciudadanos y pacientes en relación al servicio sanitario público), cumpliendo y haciendo cumplir la normativa vigente, el presupuesto, la política y objetivos sanitarios de la Consejería de Sanidad, así como las directrices corporativas del órgano de gobierno y gestión del SERMAS;
  • La Presidencia de los Consejos de Administración-Gobierno no tendrá carácter ejecutivo, pues el máximo responsable del funcionamiento de la organización será su director gerente, quedando la gestión totalmente excluida de la responsabilidad del Consejo y de sus miembros.
R.1.2.4. Composición de los Consejos de Administración-Gobierno

La composición-tipo para los Consejos de Administración-Gobierno de las organizaciones de la sanidad pública de Madrid estaría formada por tres tipos de miembros:

  1. Representantes de la Dirección del SERMAS, que procederían normalmente de los servicios centrales (corporativos) del mismo; su función en el Consejo sería llevar al mismo la visión y líneas estratégicas corporativas de la sanidad pública de Madrid, sus normas e indicaciones, tanto las comunes para toda la Comunidad, como las concretas y específicas para la organización;
  2. Representantes de los intereses sanitarios de la población local a la que sirve la institución (Área de Salud, Hospital, Atención Primaria); parece conveniente que esta representación sea realizada a través de los Ayuntamientos por los concejales, en cuanto que representantes directamente elegidos por la población;
  3. Miembros a título individual, que serían nombrados por su contribución personal al Buen Gobierno de la organización sanitaria, dada su experiencia, formación, trayectoria profesional y voluntad-compromiso de servir a la sociedad ejerciendo el voluntariado cívico en un Consejo de Administración de la sanidad pública madrileña.
R.1.2.5. Instrumentos para el Buen Gobierno: sistemas de Buenas Prácticas, Códigos de Conducta, regulación de Conflictos de Interés, prevención y detección de fraude y corrupción
  1. Sistemas normalizados de Buenas Prácticas, y la compilación sistemática de Normas y Procedimientos, así como sistemas Operativos Estandarizados, que ayuden a lograr un alto nivel de calidad;
  2. Normativa sobre Conflictos de Interés, aplicable a todo el personal y a todo tipo de conflictos de interés que puedan afectar a la sanidad pública de Madrid, para aportar la transparencia necesaria en un tema de tanta relevancia en el sector salud;
  3. Impulso a los Códigos de Conducta en todos los ámbitos del SERMAS, por su contribución al mejor desempeño de los numerosos aspectos de actividad, tanto profesional como general, que no están contemplados específicamente en las leyes y normas pero que tienen gran importancia para garantizar conductas éticas y cultura de integridad;
  4. Creación de una Unidad de Prevención y Detección del Fraude y la Corrupción, así como de directrices específicas en este campo, siguiendo el ejemplo del Servicio Nacional de Salud británico y las recomendaciones del Consejo de Europa, pero también como reacción necesaria a los casos de corrupción que ha sufrido la Comunidad de Madrid con el actual gobierno.

R.2. Madrid comunidad saludable

R.2.1. Medidas organizativas y normativas para dar a la Salud Pública la prioridad política y la fuerza que debe tener en la Comunidad de Madrid

  • Elaborar una Ley de Salud Pública en línea con el resto de Comunidades Autónomas de España en la que, entre otras cosas, se plantee:
    1. Recuperar una estructura unificada y efectiva de los servicios de Salud Pública en la organización de la sanidad madrileña, restableciendo la motivación y el liderazgo que corresponde a la Comunidad de Madrid y a sus profesionales sanitarios, y cooperando lealmente con el Sistema Nacional de Salud;
    2. Separar la gestión de los servicios de la Salud Pública principalmente los de la Inspección, de la Autoridad Sanitaria;
    3. Implantar la “Evaluación de Impacto en Salud”, en todas las actuaciones del gobierno de la Comunidad de Madrid que así lo requieran;
    4. Promover la cualificación técnica y la profesionalización de los técnicos de Salud Pública, diferenciando su responsabilidad profesional de la que corresponde a los políticos en relación con la Salud Pública.
  • Creación del Comisionado de Salud Pública de Madrid, como máxima autoridad política de Salud Pública nombrado a propuesta del Gobierno y ratificado por la Asamblea de Madrid. Su misión será velar por la salud colectiva de los madrileños con actuación ante los peligros sanitarios y con acciones de fomento de la salud pública global.

R.2.2. Políticas públicas de prevención, y promoción de la salud

  • La salud individual y la salud colectiva dependen fundamentalmente de las condiciones de vida, y éstas a su vez de todas las políticas públicas (medioambiente, educación, transporte, urbanismo, sanidad, etc.). Por ello ha de promoverse una política activa de Salud Pública para:
    • Incluir objetivos de mejora de la salud pública, es decir, de mejora de la calidad de vida y bienestar en el Programa de gobierno para la Comunidad de Madrid;
    • Poner en marcha políticas activas de identificación y abordaje de factores de riesgo para la salud, protegiendo la salud tanto en relación al medio ambiente, para que sea factor de salud y no factor de enfermedad, como todos los demás determinantes externos del binomio salud-enfermedad;
    • Priorizar una orientación preventiva de sistema público de salud;
    • Contribuir activamente a la educación sanitaria e información de la población, evitando la utilización de la promoción de la salud y de la educación sanitaria como propaganda política, así como transmitir los mensajes de modos de vida saludables en clave positiva de calidad de vida;
    • Promover y legislar el marco para la participación y compromiso ciudadano en la salud pública, dado que sin ellos la salud pública ve limitados de una manera importante sus resultados.
  • Comprometerse a la no utilización política de las crisis sanitarias, trabajando en niveles no mediáticos con todos los responsables del abordaje de crisis más allá de la necesidad de control de malas actuaciones que se puedan producir.
  • Estudiar y legislar la necesaria Participación ciudadana en las acciones de Salud Pública del gobierno Regional.
  • Poner en marcha un nuevo planteamiento de los sistemas de información de salud pública sobre la base de que estos sistemas son únicos y parte de esa información se utiliza en salud pública; la Vigilancia Epidemiológica ha de modernizar sus métodos y habrá de efectuarse a partir de la integración de los criterios de vigilancia en los sistemas de información asistenciales y sanitarios no asistenciales. Todo ello con transparencia de la información, transparencia interna (dentro del Sistema) y externa (con los ciudadanos).

R.2.3. Impulso y coordinación del papel de los Municipios en los Servicios de Salud

Los municipios de Madrid tienen funciones y servicios desiguales en cuanto a Servicios Sanitarios. Tradicionalmente han jugado un papel en temas de Salud Pública, principalmente en las relacionadas con Medio ambiente y Consumo, pero todo ello sin un marco regulador ni técnico ni normativo. Por ello recomendamos:

  • Elaborar un estudio de la realidad de la sanidad local en la Comunidad de Madrid, que sirva para conocer necesidades y oportunidades de mejora, diferenciando la situación en los diversos municipios por su tamaño y ser claramente diferentes entre la capital y el resto. La peculiar situación de Madrid Capital requiere un abordaje diferenciado.
  • Crear el Consejo Inter-Municipal de Salud de la Comunidad de Madrid como marco de dirección, coordinación e intercambio de experiencias municipales en temas sanitarios.

R.3. Ciudadanía Sanitaria

Pacientes y ciudadanos en el corazón del sistema sanitario de Madrid: más voz y participación, atención personal de calidad, elección informada.

R.3.1. Buen Gobierno y Cultura de Calidad: claves para situar al paciente en el corazón del sistema sanitario

Una gran Alianza por la Calidad: proponemos una gran iniciativa sistemática para adoptar en todo el sistema sanitario de Madrid la filosofía de mejora de la calidad en todas las áreas, centros, organizaciones, actividades y servicios de la sanidad madrileña. Esta gran iniciativa debería ser liderada y coordinada al más alto nivel de la sanidad de la Comunidad, e incluir las tres dimensiones clave de la calidad en los servicios sanitarios: calidad profesional, de servicio y organizativa.

R.3.2. Revitalizar los derechos y deberes de los ciudadanos en la sanidad; crear una Agencia de Ciudadanía Sanitaria

  • Concretar y sintetizar en siete conceptos clave, fácilmente recordables, una Carta de Derechos y Deberes Sanitarios de los Ciudadanos de la Comunidad de Madrid: (1) Acceso, (2) Seguridad, (3) Respeto, (4) Información, (5) Participación, (6) Privacidad- confidencialidad, y (7) Respuesta a reclamaciones;
  • Prestar atención prioritaria a las medidas para hacer realidad el derecho a cuidados paliativos y a una muerte digna, de modo que todos los médicos se sientan comprometidos en la noble labor de procurar el alivio de los síntomas del paciente en su última etapa de enfermo terminal;
  • Crear una Agencia de Ciudadanía Sanitaria. Reevaluar la actual figura de Defensor del Paciente, valorando la conveniencia de sustituirla por una Agencia de Ciudadanía Sanitaria, cuyo mandato sea proteger con eficacia los derechos sanitarios de los ciudadanos, contribuyendo a la mejora de la calidad de los servicios, y ejerciendo de mediadora experta en reclamaciones y demandas.

R.3.3. Libertad de elección real e informada en la sanidad pública de Madrid

Recomendamos la más amplia posibilidad de elegir en la sanidad pública, tanto dentro de toda la Comunidad de Madrid, como en el conjunto del Sistema Nacional de Salud español, poniendo para ello los medios organizativos y, sobre todo, la información necesaria para hacerla real y operativa. Esta información debe incluir: (1) un buen Sistema de Información Sanitaria en Madrid, de acceso público y transparente (la revolución en el acceso a la información que propugnamos en el Libro Blanco); (2) disponibilidad por el paciente de su propia historia clínica; y (3) proporcionar personalizadamente la información a cada paciente, que le oriente con confianza sobre dónde, cuándo y por quién puede ser mejor atendido en su caso.

R.3.4. Participación de ciudadanos y pacientes en la sanidad pública de Madrid

La transparencia y acceso público a la información es una condición esencial para el Buen Gobierno de la sanidad de Madrid y la participación de ciudadanos y pacientes en la misma. Por ello recomendamos poner a disposición de los ciudadanos en Internet toda la información relevante, que esté accesible de forma: (1) agregada para toda la Comunidad, (2) desagregada por Áreas de Salud, centros y unidades, (3) comparable entre unidades/centros y en su evolución temporal, (4) de forma abierta y reutilizable por los usuarios y (5) disponible con la mayor inmediatez.

R.3.4.1. Participación ciudadana en la sanidad pública

Impulso a la participación de ciudadanos y pacientes en su sanidad haciéndola más próxima y real, entre otras medidas con:

  • La presencia en los órganos de gobierno (los nuevos Consejos de Administración-Gobierno que proponemos) de todas las Área de Salud y hospitales de representantes directos de la población, por medio de los Ayuntamientos, y a través de miembros a título personal de los Consejos de Administración-Gobierno que sean personas vinculadas a la comunidad local;
  • Mecanismos abiertos de toma de decisiones y elaboración de políticas, que incluyen -como ya existe en los países más ejemplares- una fase de consulta pública en Internet;
  • Utilización activa de instrumentos, como encuestas, estudios, evaluaciones, etc., que permiten conocer la satisfacción, necesidades, demandas y preferencias de los pacientes, cuidadores, familiares y ciudadanos en general; poner, con el mayor rigor técnico y transparencia, toda la información recabada a disposición de la sociedad;
  • Introducir sistemas que permitan conocer en términos de salud, los resultados de la atención sanitaria, aplicando -inicialmente como experiencia piloto- las nuevas metodologías sobre Medidas de Resultados Reportadas por Pacientes (MRRP-PROM Patient-Reported Outcome Measures) ya utilizadas en otros países;
  • Dar una respuesta adecuada en tiempo y forma a las denuncias, quejas sugerencias y reclamaciones de pacientes y ciudadanos. Poner en marcha procedimientos, institucionalizados y formales, que garanticen una respuesta eficaz y rápida.
R.3.4.2. Participación del paciente

Disponer de información es clave para hacer real la participación del paciente en las decisiones que le afectan y para su empoderamiento. Para avanzar en ello, recomendamos;

  • Hacer posible el acceso y la libre utilización por el paciente de toda la información de su historia clínica digital, a través de una “carpeta personal” en el portal de internet del Servicio Madrileño de Salud, a la que todos podríamos acceder con la misma facilidad y seguridad con la que utilizamos en Internet nuestras cuentas en las cajas de ahorros y bancos; este sistema debería incluir ayudas específicas para aquellos ciudadanos sin acceso a Internet o con dificultades para acceder y utilizar su historia clínica electrónica;
  • Una buena sanidad pública, centrada en la persona y el paciente, debe procurar activamente la mayor autonomía del paciente, favoreciendo el autocuidado y la responsabilización del ciudadano con su propia salud. Para avanzar en esta dirección recomendamos fomentar iniciativas de educación e información sanitarias a ciudadanos y pacientes.

R.3.5. Prevención de errores y accidentes y ayuda a los pacientes que los han sufrido

  • La Agencia de Ciudadanía Sanitaria, propuesta más arriba, debería hacerse cargo de atender a ciudadanos y pacientes en todo lo relacionado con los errores o accidentes médicos;
  • Desarrollar plenamente las recomendaciones de la Unión Europea, la OMS y el Consejo de Europa sobre Seguridad de los Pacientes en relación a todo tipo de problemas de seguridad (infecciones, errores, accidentes, etc.).

R.3.6. Favorecer el voluntariado, las donaciones y legados a centros y servicios de la sanidad madrileña

Posibilitar el apoyo y agradecimiento a la sanidad pública de Madrid:

  • Abriendo plenamente las puertas al voluntariado cívico y humanitario en el Servicio Madrileño de Salud, estimulando activamente el que los ciudadanos puedan contribuir al mismo con su tiempo y con donaciones de todo tipo (desde sangre para transfusiones y órganos, acompañamiento a pacientes sin familia, etc.);
  • Posibilitando y estimulando que el caudal de aprecio e identificación de la población con su sanidad pública, así como el reconocimiento y agradecimiento por sus servicios, se pueda expresar también en donaciones y legados de todo tipo al Servicio Madrileños de Salud, y a cualquiera de sus centros y servicios.

R.3.7. Medicina y sanidad privada: no menos derechos que en la sanidad pública

Ciudadanos y pacientes tienen en relación con su salud en todos los servicios de la sanidad privada, los mismos derechos que en la sanidad pública. Para ello, recomendamos:

  • Revisar la regulación existente en Madrid para los diversos sectores de la actividad sanitaria privada y actualizar esta regulación con los mejores estándares internacionales, asegurando mecanismos de cumplimiento y monitorización de los mismos, basados en la transparencia y acceso público a la información;
  • Una Carta de Derechos y Deberes Sanitarios similar a la existente para la sanidad pública;
  • Protección por la Agencia de Ciudadanía Sanitaria de los derechos de los usuarios de los servicios sanitarios privados;
  • Monitorización por parte de la Autoridad Sanitaria de Madrid de la seguridad, efectividad y veracidad científica de la industria para-médica de la Comunidad, protegiendo la población frente a la difusión carente de rigor científico de todo tipo de productos milagro que puedan suponer un riesgo para la salud pública.

R.4. Rediseñando el Servicio Madrileño de Salud

R.4.1. Un SERMAS revitalizado para gobernar la red sanitaria pública

El Servicio Madrileño de la Salud (SERMAS) deberá reforzarse con amplias competencias en gestión, para convertirse en una agencia pública capaz de articular la prestación de servicios sanitarios en condiciones de calidad, eficiencia, seguridad y Buen Gobierno. Su ámbito de actuación se extenderá a los servicios socio-sanitarios para garantizar la integralidad de las respuestas a los problemas de los pacientes y sus familias. Aunque de forma inicial cabe aplicar el marco de funcionamiento establecido en la Ley 12/2001 de Ordenación Sanitaria de la Comunidad de Madrid, es preciso elaborar una nueva Ley del Servicio Público de Salud de Madrid, en la cual se desarrolle el marco de estructura, organización y funcionamiento que precisa nuestro sistema sanitario, y que en buena medida se dibujan en este Libro Blanco.

R.4.2. Un SERMAS descentralizado en Áreas de Salud, basado en el Buen Gobierno y copilotado por la Atención Primaria

Las Áreas de Salud se restablecerán, y serán potenciadas como auténticos ámbitos de gobierno y gestión para un territorio y población. El Consejo de Gobierno del Área de Salud será un órgano colegiado investido con verdaderos poderes de decisión, donde se garantiza la participación e implicación efectiva de la ciudadanía, la transparencia y la rendición de cuentas. No es un órgano burocrático, ni tiene el sobre-coste de sus equivalentes en las empresas mercantiles. Es un órgano colegiado diseñado para ostentar y tutelar un alto nivel de autonomía organizativa y de gestión, y por ello capaz de aportar agilidad, adaptabilidad y eficiencia a las decisiones locales, y asegurar la defensa del interés general. La gestión asistencial de las Áreas de Salud será co-pilotada por la red de Atención Primaria, para incorporar la perspectiva de las necesidades de atención continuada e integral al paciente, tanto en lo sanitario como en lo socio-sanitario.

A efectos de poner en marcha este proceso cuanto antes, se hará una zonificación provisional de la Comunidad de Madrid, y ser preparará un nuevo proyecto de decreto de Ordenación y Mapa Sanitario de la Comunidad de Madrid.

R.4.3. Un SERMAS articulado y coherente capaz de desarrollar la gestión multi-nivel

La descentralización real en Áreas de Salud configuraría un modelo de corporación pública donde los “mini-SERMASes” de Área tendrían un presupuesto en función de su población (con ajustes históricos y de necesidades) y desarrollarían Contratos de Gestión con los Centros de Salud, con la Red Hospitalaria, y con otros servicios sanitarios y socio-sanitarios. La Gerencia del Área de Salud reagrupará órganos técnicos actualmente dispersos, pero que tienen funciones operativas en el territorio (Inspección Médica, Salud Pública, etc.) para facilitar su funcionalidad, sinergias con la red asistencial y efectividad técnica.

Y para conseguir coherencia y eficiencia en la gestión multinivel, los Servicios Centrales del SERMAS desarrollarían una serie de servicios científicos y técnicos de apoyo, así como unos servicios asistenciales no territorializados, entre los cuales se podría destacar el servicio de emergencias-112 / trasporte sanitario, la hospitalización de media y larga estancia y la alta especialización.

R.4.4. La Atención Primaria de Salud en el centro de la organización del SERMAS

Los cambios poblacionales y la baja prioridad concedida, obligan a reforzar y reordenar los recursos del primer nivel asistencial, a cuyos efectos debería elaborarse un Plan Cuatrienal de revitalización de la Atención Primaria de Madrid: desburocratizar, aumentar el tiempo clínico efectivo, conseguir una accesibilidad más inteligente y personalizada, y mejorar los medios materiales y humanos para dar un mejor servicio. Además se avanzará en modelos de autogestión en los Centros de Salud, contando con un Director nombrado con los principios de Buen Gobierno, unos Contratos de Gestión trasparentes y estabilizados, y una Junta Clínica de la Atención Primaria del Área de Salud que sea capaz de gestionar autónomamente problemas organizativos, de personal y de servicio.

El médico de atención primaria, en un entorno de estabilidad laboral, autonomía organizativa, apoyo administrativo y tecnológico, y desburocratización de procesos, estará en condiciones de desarrollar plenamente su papel de “médico personal”, particularmente para los pacientes más frágiles y que más necesitan sus servicios continuados.

R.4.5. La Red Hospitalaria Integrada de Servicio Público de Madrid: el marco para la reorganización y el Buen Gobierno

Se precisa una profunda ordenación y reforma de la atención especializada que repare la improvisación, la falta de planificación y los desequilibrios territoriales y funcionales acumulados. Los Hospitales públicos de Madrid se estructurarán como una Red Integrada orientada a prestar servicios a las Áreas de Salud; se garantizará la existencia de un Hospital General de Referencia para el Área de Salud. Los Hospitales se apoyarán mutuamente de acuerdo a Redes Sub-Regionales Inter-Hospitalarias. La existencia de un sistema de referencia subregional o autonómica para hospitales o servicios que han de apoyar a más de un Área de Salud (p.ej. media y larga estancia) o para Unidades de Alta Especialización articulará una oferta robusta y eficiente de servicios. La ordenación de la oferta asistencial busca dar coherencia técnica y buena distribución de recursos, pero no implica merma de los derechos de los pacientes a la elección de hospital o a una segunda opinión.

R.4.6. Buen Gobierno, Profesionalismo y Gestión Clínica para el Hospital de Madrid

Un Reglamento de estructura, organización y funcionamiento, dará un marco para la aplicación del Buen Gobierno a la Red Hospitalaria: habrá un órgano colegiado de gobierno, profesionalización y estabilización del personal de alta dirección del hospital (con concursos abiertos y concurrencia competitiva, evaluación periódica de resultados, y exigencia de motivación técnica de ceses), y gestión contractual transparente. Los hospitales se adaptarán a la creación de Áreas o Unidades de Gestión Clínica, y a través de los Acuerdos de Gestión Clínica; estas estructuras permitirán el protagonismo y autonomía de los profesionales; La Junta Clínica y la Dirección Asistencial serán la clave para articular el Hospital y vincular la función directiva con la cultura clínica. Se fomentará la ética de servicio público y la ética clínica; los órganos colegiados de gobierno deberán estimular la meritocracia y la rendición de cuentas, y evitar la interferencia política en funciones técnicas.

R.4.7. La Salud Mental como reto de desarrollo e integración inter-sectorial

La Salud Mental precisa y merece una verdadera reforma, que sea capaz de potenciar y coordinar los dispositivos sanitarios y socio-sanitarios, a la vez que asegura un anclaje en la organización asistencial. Los tres elementos clave son: la unificación de las redes de salud, drogas y servicios sociales especializados, el desarrollo de un auténtico Plan Estratégico de Salud Mental, y la creación de Unidades de Gestión Clínica de Salud Mental. La promoción de la Salud Mental en la vida social y el apoyo a las familias con pacientes son dos claros retos de mejora.

R.4.8. Reforzando los dispositivos asistenciales de la Red Hospitalaria para hacer posible un servicio de excelencia

La Red Hospitalaria es algo más que un sumatorio de centros y servicios. Algunos componentes como la hospitalización de pacientes de media-larga estancia es tan débil que precisa una inversión de recursos y una acción de rediseño organizativo de envergadura, que busque respuestas más amplias e integradoras a los pacientes crónicos, frágiles o terminales: un plan regional puede ser una opción apropiada para articular esta respuesta.

La respuesta a la masificación de las urgencias y al problema del transporte sanitario supone un reto importante para el conjunto de la red sanitaria. Las “unidades de alta resolución”, entendidas como agendas y rutas asistenciales de citación preferente (desde primaria y desde urgencias), donde se desarrolla un ciclo diagnóstico y terapéutico concentrado en el tiempo, suponen una nueva alternativa organizativa que se está ensayando en muchos hospitales, y que puede aportar racionalidad, calidad y eficiencia.

Los avances en la ordenación de servicios terciaros y técnicas y procedimientos de referencia, resultado de la elaboración técnica y del consenso profesional de las especialidades, pueden verse estimulados con un Mapa de Unidades y Servicios de Alta Especialización; finalmente, la creación de Plataformas integradas para los Servicios Generales, las Compras y la Logística permitirá ganancias muy notables en precios, calidad y condiciones de servicio, aportando mayor valor al dinero público.

R.5. El compromiso de todos por la sostenibilidad

R.5.1. Buscar un Acuerdo Social por la Sanidad Pública de Madrid, basado en los valores de legitimación democrática y de servicio sanitario

Impulsar los procesos de cambio con un renovado liderazgo político y social que integre dos aproximaciones necesarias: el reformismo transformador en las políticas públicas para revitalizar los bienes sociales preferentes y promover el bienestar, la equidad y la eficiencia social; el regeneracionismo moral en la gobernanza pública, como norma rectora de ejemplaridad, para construir una sociedad democrática y decente, movilizando a todos los segmentos de la ciudadanía. En esta convergencia de reformismo y regeneracionismo está la mayor garantía de sostenibilidad y las credenciales sociales en los servicios sanitarios públicos.

R.5.2. Promover una gestión pública revitalizada y socialmente eficiente

Incorporar los valores y principios del Buen Gobierno a las instituciones sanitarias y desarrollar la nueva gestión pública, que formaría parte del Acuerdo Social por la Sanidad Pública. La legitimación de este cambio organizativo y humanista que proponemos está en su filosofía moral y en los principios capaces de impulsar un crecimiento simultáneo de las personas, las instituciones y la propia sociedad, fortaleciendo la cohesión y el capital social.

R.5.3. Impulsar el compromiso de los agentes sociales con la sanidad pública

  • Explorar y trabajar políticamente para obtener la adhesión de los empresarios y sindicatos al Acuerdo Social por la Sanidad Pública, apoyando la modernización y sostenibilidad del sistema sanitario público madrileño, con un marco de colaboración bien planificado y definido;
  • Poner en valor social un modelo de negociación cooperativa o colaborativa que legitime la participación efectiva y el compromiso de los sindicatos en la formulación y desarrollo de los objetivos generales del sistema sanitario, de sus instituciones y redes sanitarias, así como también en la definición y programación operativa de las políticas profesionales y laborales;
  • Hacer del diálogo social y de la convergencia con los intereses colectivos los elementos esenciales de la corresponsabilidad de los agentes sociales para compartir iniciativas de modernización orientadas a la cohesión y el bien común.

R.5.4. Revitalizar el Nuevo Contrato Social con las profesiones sanitarias

  • Promover un Nuevo Contrato Social con las profesiones sanitarias tomando como base los valores del profesionalismo que la sociedad identifica y reconoce: vocación de servicio, primacía de los principios de la bioética, actitud competente y moral en la práctica asistencial, promoción del bien común, credencialismo profesional, humanismo científico, etc.;
  • Impulsar un activismo profesional cívico y social pro-reformista para enfrentar los grandes desafíos de modernización y consolidación del modelo sanitario público, como consecuencia de las dinámicas transformaciones sociales y de las innovaciones en las ciencias y tecnologías biomédicas;
  • La profesionalización sustentada en la distinción competente, humanista, el Buen Gobierno y la meritocracia, el desarrollo de nuevas prácticas directivas y gestoras, la evaluación de las competencias profesionales y la gestión del conocimiento, serán los ejes centrales de actuación en todos los procesos de promoción y desarrollo de las profesiones sanitarias en las instituciones y centros de salud;
  • Los Colegios Profesionales deberán revitalizar su liderazgo y reputación social promoviendo la aplicación de los valores del profesionalismo y fortaleciendo la base de confiabilidad que la sociedad les otorga para velar por los intereses de la salud de los pacientes y la población desde su autogobierno colegial. En base a ello, debería crearse un marco estable de interlocución y asesoramiento científico-sanitario de los Colegios Profesionales a la Consejería de Sanidad.

R.5.5. Fomentar un nuevo municipalismo comprometido con las políticas de Salud Pública en la Comunidad de Madrid

  • Los Ayuntamientos, como administraciones públicas más cercanas a la comunidad, deberán llevar la participación ciudadana a los nuevos órganos de gobernación de las instituciones sanitarias (Consejos de Gobierno);
  • Su contribución a la Salud Pública deberá reforzarse en todas las áreas de actividad municipal, especialmente: protección del medio ambiente, seguridad e higiene alimentaria, transporte saludable, impulso al deporte y al ejercio físico, lucha contra la exclusión social, potenciar movimientos asociativos y cívicos en el ámbito de la salud, etc. Para la tutela y gestión de todas estas políticas sanitarias y sociales deberá constituirse el Consejo Inter-Municipal de Salud de la Comunidad de Madrid.

R.5.6. Impulsar las prioridades políticas y principios que permitan avanzar en el Acuerdo Social para revitalizar el SERMAS y garantizar su sostenibilidad

  • Priorizar como necesarias y urgentes iniciativas políticas y legislativas para: (1) garantizar la calidad asistencial, (2) incrementar la financiación pública acorde con la riqueza y las características socioeconómicas de nuestra Comunidad Autónoma, (3) llevar a cabo una política de equilibrio presupuestario y eficiencia en el gasto sanitario, (4) mejorar las competencias esenciales de los servicios públicos (capital intelectual, tecnológico y social), (5) racionalizar las prestaciones y servicios sanitarios en términos de efectividad y coste, y singularmente, priorizarlos en función de las necesidades y resultados en salud;
  • Dar valor contractual implícito, vinculante para la ciudadanía y la sociedad, a los fundamentos éticos y compromisos para hacer cristalizar el Acuerdo Social por la Sanidad Pública en la Comunidad de Madrid;
  • Las bases constitutivas y los elementos catalizadores del Proyecto Político y Social de Progreso para la Sanidad Pública de la Comunidad de Madrid, deben sustanciarse en los siguientes principios:
    • Ciudadanía sanitaria, compartida con el conjunto del Sistema Nacional de Salud; co-responsabilidad de los ciudadanos con su propia salud y con los valores de los servicios públicos;
    • Valores y principios del Buen Gobierno aplicados a la sanidad pública, a su gobierno corporativo y a las políticas sanitarias de la Comunidad;
    • Legitimación política y social de los servicios sanitarios públicos desde una concepción integral de las funciones, actividades y competencias esenciales vinculadas al ámbito jurídico de titularidad pública;
    • Valores del profesionalismo sanitario, diálogo social, participación y corresponsabilidad en la gobernabilidad y gestión del patrimonio común sanitario y de su legado intergeneracional.
    • Principios de cohesión social y subsidiariedad como vinculaos implícitos de ética pública entre las instituciones políticas y la sociedad.

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